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Los motores automotrices dependen de dispositivos electrónicos, como sensores de oxígeno, para ayudar a la eficiencia. Un sensor de oxígeno defectuoso no solo limitará su capacidad para regular el consumo de combustible de manera óptima, sino que puede afectar negativamente el motor hasta el punto de inhibir la capacidad del automóvil para arrancar correctamente.
definición
Un sensor de O2, o sensor de oxígeno, es un dispositivo atornillado típicamente en un colector de escape para medir la cantidad de oxígeno contenido en los gases de escape. La ECU del automóvil, o la unidad de computadora del motor, lee estas medidas y las usa para ayudar a controlar el funcionamiento del motor de combustión interna. La cantidad de oxígeno en el escape mientras la computadora manipula la mezcla de combustible y aire para quemar lo más limpio posible.
causas
Un sensor de oxígeno puede fallar con el tiempo y provocar fallas en el motor. Eso provocará emisiones más contaminantes y una menor eficiencia de combustible. Los sensores de oxígeno también pueden contaminarse de una fuente libre de plomo o de una gasolina, y por factores ambientales como la suciedad o la humedad del camino.
operación
En muchos casos, un sensor de O2 defectuoso, pero el sensor puede hacer que la parte posterior se vaya o se bloquee mientras está inactivo. Un sensor de O2 defectuoso también puede causar un poco de combustible en el motor que no puede arrancar.